Las redes sociales vinieron a democratizar las vías de comunicación entre los ciudadanos y los políticos.
El desafío del marketing político actual es alcanzar a un público
cada vez más fragmentado, diversificado, exigente y educado en las
acciones de marketing.
La popularidad de las redes sociales como Facebook, Twitter y Linkedin
en la comunicación política brinda la posibilidad de microsegmentar los
públicos y llegar a cada uno de ellos puntualmente. Estos canales permiten
llegar con el mensaje adecuado a la mayor cantidad de personas posibles.
De
la propaganda a la conversación
Los gobiernos, en especial los municipales, deben abandonar la era de la propaganda y reemplazarla por la de la conversación con el ciudadano.
Los gobiernos, en especial los municipales, deben abandonar la era de la propaganda y reemplazarla por la de la conversación con el ciudadano.
Las campañas políticas actuales no son solamente políticas: son, ante
todo, campañas de comunicación.
En ese camino, las redes sociales cumplen un rol
fundamental para la puesta en escena que luego generará el impacto en los
electores que hará movilizar sus percepciones sobre el candidato. Es allí donde
nos encontramos todos "enredados".
Diez
claves para una estrategia 2.0
Ahora bien, ¿cuáles son los principales consejos para insertar a un político en el mundo de las redes sociales y diseñar una estrategia de marketing 2.0 exitosa?
Ahora bien, ¿cuáles son los principales consejos para insertar a un político en el mundo de las redes sociales y diseñar una estrategia de marketing 2.0 exitosa?
Estas son algunas recomendaciones para crear una efectiva conversación
con el ciudadano:
1. Tener en cuenta que "todos" en la red, todo se mezcla
y, en cuestión de minutos se viraliza alguna información que puede
perjudicar la imagen del candidato.
2. Apelar a la comunicación multidireccional.
3. No temer al diálogo virtual con ciudadanos.
4. Entender cómo funciona la reputación online.
5. No tener miedo a los comentarios negativos.
6. Contar con un community manager para administrar las
redes sociales que tenga conocimiento de política y comunicación.
7. Actualizar permanentemente el contenido. Un perfil
sin actividad online es un político sin actividad.
8. No mostrarse solamente en campaña.
9. Promediar los 4 a 7 tweets por día.
10. No reaccionar frente a la opinión pública digital sólo cuando
exista temor de alama social.
No
alcanza con estar en las redes
Claro que no se hace ciberpolítica por el sólo hecho de estar en las redes sociales. La ciberpolítica es mucho más que eso.
Claro que no se hace ciberpolítica por el sólo hecho de estar en las redes sociales. La ciberpolítica es mucho más que eso.
Es un error frecuente creer que por tener una página web y una cuenta en
Twitter y Facebook se está haciendo ciberpolítica.
Hay que saber elegir bien el modo de comunicación y, sobre todo,
alimentarlo continuamente. El verdadero trabajo empieza con la conformación de
bases de datos y al poner a trabajar esos contactos y esas redes a
beneficio de la campaña o de la comunicación de gestión al ciudadano.
Twitter,
la estrella de la comunicación política
Twitter es la red social que actualmente más relevancia adquirió entre la clase política y periodística. Por eso, es imprescindible utilizarlo como canal de comunicación.
Twitter es la red social que actualmente más relevancia adquirió entre la clase política y periodística. Por eso, es imprescindible utilizarlo como canal de comunicación.
Esta red de microblogging, al igual que otros medios de Internet, vino a
romper las barreras de comunicación unidireccional al favorecer que la
comunicación sea bidireccional y que se produzca un feedback
instantáneo entre el político y los ciudadanos que antes no existía o
se daba sólo en contadas ocasiones.
¿Usar
redes sociales sólo en campaña?
La respuesta es no. La masificación de la tecnología le dio al ciudadano nuevas herramientas para acceder a la información política - en esto el escándalo Wikileaks es un caso emblemático - y esa avidez de conocimiento lo lleva a esperar del gobernante una comunicación permanente de sus actos cotidianos que resuelven o empeoran su vida diaria.
La respuesta es no. La masificación de la tecnología le dio al ciudadano nuevas herramientas para acceder a la información política - en esto el escándalo Wikileaks es un caso emblemático - y esa avidez de conocimiento lo lleva a esperar del gobernante una comunicación permanente de sus actos cotidianos que resuelven o empeoran su vida diaria.
Hoy las redes sociales son una excepcional herramienta para llevar
adelante la estrategia de lo que se conoce como Open-Government o Gobierno
Abierto, que responde precisamente a este principio de participación y
diálogo con la opinión pública durante la gestión de gobierno.
Las políticas de Gobierno Abierto fomentan la transparencia en la
gestión, la promoción de la participación y la colaboración de la ciudadanía en
el diseño y ejecución de las políticas públicas. La base del Open Gov es la
disponibilidad de datos e información.
Con las redes sociales, la forma que puede adoptar esa comunicación de
datos y acciones de gobierno es diversa e innovadora y por ende, mejora
la transmisión del mensaje político.
Cada
red, un uso distinto
· Youtube con videos, infografías animadas, presentaciones o discursos.
· Facebook como herramienta masiva de mostrar todo y de buscar la opinión y
participación del ciudadano.
· Twitter como medio de difusión de ideas breves y precisas,
El marketing político 2.0 exige a los especialistas renovar
constantemente lo que dicen los libros específicos.
Requiere conocer cómo funcionan las nuevas tecnologías, cómo
utilizarlas en la medida justa, porque así lo demanda el nuevo ciudadano.
Al fin y al cabo, el marketing político es comunicar. Ya no se comunica desde
la plaza como en Atenas o desde un comité o unidad básica.El nuevo espacio
para llegar al ciudadano o elector es la red.
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